
Becky Lynch se ha ganado una reputación única en los vestuarios de WWE: ser la figura de máxima confianza de la empresa para guiar a las leyendas que regresan al ring después de años de inactividad.
Según un nuevo reportaje de Fightful Select, la luchadora ha sido la elegida internamente para liderar combates de alto perfil y garantizar la seguridad y el buen rendimiento de estrellas que llevaban tiempo alejadas de la competición.
El ejemplo más reciente fue su combate con AJ Lee, que no solo marcó el regreso de Lee tras una década fuera, sino que también fue la lucha más larga de su carrera. Fuentes dentro de WWE destacaron que el combate fue un éxito y dirigieron el crédito específicamente a Lynch por su liderazgo y por haber guiado a Lee durante el encuentro.
Pero esta fama no es nueva. Lynch ya había asumido una responsabilidad similar en otras ocasiones, como cuando ayudó a Lita en Elimination Chamber de 2022 o cuando llevó sobre sus hombros toda la rivalidad con Trish Stratus en 2023. También fue clave en un combate de regreso de Nikki Bella en el evento Clash in Paris.
La cuestión es que la confianza en Lynch ya no viene solo de la directiva. La situación ha llegado a un punto en el que son las propias leyendas quienes, al planificar su vuelta, piden específicamente trabajar con ella.
De acuerdo con las mismas fuentes, Lynch siempre ha visto esta responsabilidad como un desafío bienvenido, sabiendo que la empresa confía plenamente en su capacidad para brillar en estas situaciones de alta presión.