
Durante varios meses, y sin conocimiento público, Brock Lesnar fue uno de los agentes libres más importantes en la lucha libre profesional. Esta situación se produjo porque su contrato anterior con WWE expiró mientras se encontraba fuera de la programación, justo antes de su regreso en SummerSlam, evento para el cual firmó un acuerdo completamente nuevo.
Esta inusual agencia libre fue una consecuencia directa de la decisión de WWE de mantener a Lesnar inactivo. La medida se tomó después de que el nombre del luchador fuera mencionado en la demanda que Janel Grant presentó contra Vince McMahon y la compañía. La acción legal alega que McMahon ofreció un encuentro sexual con Grant a Lesnar como parte de las negociaciones para un contrato en 2021. Es fundamental señalar que Brock Lesnar no es un acusado en dicho proceso judicial.
La particularidad de esta situación contractual fue lo que le permitió a Lesnar quedar en libertad. Dado que su ausencia no se debía a una lesión, WWE no tenía bases legales para «congelar» su contrato, una práctica común para extender la duración del acuerdo cuando un talento está incapacitado para competir. Por lo tanto, el contrato simplemente siguió su curso hasta llegar a su fecha de finalización, dejando a Lesnar sin ataduras con la empresa.
El período de Lesnar como agente libre concluyó una vez que el equipo legal de WWE consideró que era apropiado reincorporarlo a la programación. Tras recibir esta luz verde interna, la empresa le presentó una nueva oferta. Ambas partes alcanzaron un acuerdo, que según se informa, contempla un número limitado de apariciones, formalizando así su regreso bajo nuevos términos.