El plan de contingencia de la WWE que contemplaba un combate entre Drew McIntyre y Randy Orton para Wrestlepalooza ha sido finalmente descartado. Se ha confirmado que Cody Rhodes recibió la autorización de sus compromisos cinematográficos y estará presente en el evento del próximo 20 de septiembre para retar a McIntyre por el Undisputed WWE Championship.
La principal causa de la incertidumbre fue la participación de Rhodes en el rodaje de la película Street Fighter. Este proyecto mantenía su agenda bloqueada, lo que generó serias dudas en los bastidores sobre su disponibilidad para el evento. La situación fue tal que la empresa preparó activamente un combate alternativo para McIntyre, con Orton como el oponente designado en caso de que Rhodes no pudiera competir.
Para justificar esta ausencia en pantalla, la WWE utilizó un ángulo de lesión. En el episodio de SmackDown del pasado 8 de agosto, Drew McIntyre atacó a Rhodes, dejándolo fuera de acción y proporcionando una razón narrativa para su salida temporal de la programación, mientras cumplía con sus obligaciones en Hollywood.
Este ataque fue la culminación de una creciente tensión entre ambos luchadores. En un episodio reciente de SmackDown, la rivalidad se intensificó durante un combate de parejas. En esa lucha, que vio a Rhodes hacer equipo con John Cena contra McIntyre y Logan Paul, el escocés aplicó un Claymore Kick a Rhodes, haciéndole atravesar la mesa de comentaristas.
Con los problemas de agenda ya resueltos, el escenario está listo para que la rivalidad llegue a su punto clave. El combate por el campeonato máximo de la compañía se llevará a cabo como estaba planeado originalmente, consolidando el evento principal de Wrestlepalooza.
