
La defensa del Campeonato Femenino de WWE en Wrestlepalooza está en el aire. El combate programado, una Triple Amenaza entre la campeona Tiffany Stratton, Nia Jax y Jade Cargill, depende enteramente de que Stratton reciba el alta médica tras sufrir una lesión.
El origen del problema fue la lucha de Stratton contra Cargill en el último SmackDown. La campeona se lastimó durante la ejecución de un Moonsault hacia fuera del ring, sufriendo una mala caída. Según informes del Wrestling Observer Radio, el diagnóstico es una conmoción cerebral.
Para justificar su ausencia en televisión, WWE usó un ataque de Nia Jax después del combate. Sin embargo, el Annihilator que le aplicó fue notablemente contenido, lo que sugiere que fue una maniobra planeada para proteger a una luchadora que ya estaba lesionada.
La propia WWE ya ha reconocido el problema de forma oficial. La compañía retiró a Stratton del evento NXT Homecoming de esta semana, donde la General Manager Ava anunció que la campeona no tenía la autorización para competir.
La cuestión es que, a pesar de la lesión, la lucha sigue apareciendo en los planes de la empresa. La confusión entre los fans creció al ver un gráfico del combate en la mercancía oficial de Wrestlepalooza que ya se vende en Indianápolis.
WrestleVotes confirmó esta información. Según el medio, una fuente interna les aseguró que el plan es seguir adelante con la Triple Amenaza, y por eso se incluyó en el material promocional. No obstante, todo depende del estado de Stratton, que seguía siendo una incógnita.
Con la campeona sin una fecha de regreso confirmada, la posibilidad de cancelar una lucha titular tan importante se cierne sobre el evento. Toda la atención se centra ahora en el SmackDown de esta semana, donde se espera que WWE ofrezca una actualización definitiva sobre la salud de Stratton y el futuro de su campeonato.