
Mientras su esposa e hijos se encontraban en el recinto únicamente como visitantes, Ken Anderson protagonizó un regreso completamente inesperado a TNA este viernes 5 de septiembre. Durante las grabaciones de la empresa en Minneapolis, Minnesota, el luchador compitió en un cuadrilátero de la promoción por primera vez en casi diez años, formando equipo con Steve Maclin en el evento principal de la noche.
Este sorpresivo retorno, que no estaba en los planes de su familia, se originó a raíz de un altercado verbal. Todo comenzó cuando Frankie Kazarian provocó a Steve Maclin con comentarios sobre su servicio militar. La situación escaló cuando Anderson, quien es miembro de la Guardia Nacional, se involucró para defender a Maclin, lo que llevó a un ataque por parte de Jake Something y a la posterior formación del combate por equipos.
La naturaleza imprevista del momento se reflejó incluso en la presentación característica de Anderson. Al realizar su tradicional promo con el micrófono, la arena no contaba con el mecanismo para bajarlo desde el techo. La solución fue improvisada: Steve Cutler tuvo que subirse a una silla para entregarle el micrófono, evidenciando que el segmento no estaba planeado con todos sus elementos habituales.
Inicialmente, la presencia de Anderson en el evento tenía un propósito diferente. Horas antes del altercado, había aparecido ante el público para promocionar su centro de entrenamiento de lucha libre local. En esa intervención, destacó que, aunque es originario de Wisconsin, ha vivido en Minnesota durante décadas y ahora lo considera su hogar, añadiendo un contexto local a su participación.
El combate culminó con la victoria de Anderson y Maclin sobre Kazarian y Jake Something. Esta aparición marcó el fin de una larga ausencia, ya que la última lucha registrada de Ken Anderson en TNA fue en un Dark Match el 7 de enero de 2016.