
Internamente, WWE tiene un objetivo claro para su futuro: un evento principal de WrestleMania protagonizado por Bron Breakker y Roman Reigns. La compañía considera esta lucha como un momento decisivo para consolidar a Breakker como una de sus máximas estrellas, y las acciones recientes en la programación semanal indican que el plan ya está en plena ejecución.
Para materializar esta visión, la empresa ha posicionado a Breakker como una fuerza dominante dentro de la facción The Vision, liderada por el Campeón Mundial de Peso Pesado Seth Rollins y gestionada por Paul Heyman. La agresividad de Breakker ha sido el eje de esta estrategia, con ataques directos a Reigns como los ocurridos en Clash in Paris, donde le aplicó dos «Spears», uno de ellos a través de una mesa, obligando a que fuera retirado en camilla.
Sin embargo, mientras WWE avanza con este plan a largo plazo, una persona que conoce bien a Breakker ha expresado sus dudas sobre el método. Su excompañero de equipo, Baron Corbin, manifestó su preocupación de que la construcción del personaje de Breakker podría estar limitándolo.
Durante una aparición en Busted Open Radio, Corbin explicó que el enfoque exclusivo en la imagen de «badass» de Breakker está ocultando una parte fundamental de su carisma. «En este momento, lo están moldeando como un ‘badass’ total con este grupo y con Heyman, y temo que eso corte un poco de su personalidad», afirmó Corbin. Recordó que la popular versión «Wolfdog» de Breakker nació precisamente de su humor y espontaneidad tras bastidores, cualidades que el público no está viendo actualmente.
A pesar de cuestionar la dirección creativa, Corbin reconoció los beneficios que esta etapa ofrece para el desarrollo de Breakker dentro del gran esquema de la empresa. Destacó que la oportunidad de aprender semanalmente de alguien como Seth Rollins es una experiencia de valor incalculable que le añade más herramientas a su repertorio de cara a su eventual ascenso al evento principal.
Este plan de WWE para enfrentar a sus dos estrellas comenzó a tomar forma en el episodio de Raw posterior a WrestleMania 41, cuando Breakker se unió a Rollins y atacó a Reigns por primera vez. La estrategia continuó en SummerSlam en agosto, donde se programó una lucha de equipos para proteger a ambos de una derrota individual, resultando en la victoria de Reigns y Jey Uso sobre Breakker y Bronson Reed, quien recibió el pinfall.