
Resulta que toda la incertidumbre sobre la lucha final entre John Cena y AJ Styles era parte del plan. Según informes del periodista Dave Meltzer, el combate siempre estuvo programado para WWE Crown Jewel, y la empresa construyó una narrativa para hacer creer al público que quizás no sucedería.
La cuestión es que la dirección de WWE quería generar una mayor expectación. La idea era simple: hacerle creer a la gente que este combate era algo único y muy difícil de conseguir, aprovechando el calendario limitado de la gira de despedida de Cena para aumentar el interés.
Meltzer lo explicó de forma clara: la estrategia era decirle al público que no iban a tener esta lucha para que, precisamente por eso, la desearan más. «Básicamente contaron la historia de que Cena está rindiéndole un homenaje porque tiene pocas fechas, y AJ no va a conseguirlo», detalló.
Y esta narrativa no se quedó solo en una idea, sino que se vio reflejada en la programación. John Cena llegó a publicar mensajes pidiéndole a Triple H que oficializara el combate, mientras que AJ Styles, en una promo fuera del ring durante RAW, mostraba su frustración con su situación en la empresa.
Este encuentro en Crown Jewel, que se celebrará el 11 de octubre en Perth, Australia, no es uno más. Servirá como el desempate definitivo en su historial de luchas individuales, que actualmente está igualado a dos victorias para cada uno.
Además, revive una de las rivalidades más recordadas de WWE entre 2016 y 2018, cuyo punto más alto fue la aclamada lucha en Royal Rumble 2017, donde Cena ganó su 16º título mundial, igualando el récord de Ric Flair.
Tras su paso por Crown Jewel, la gira de despedida de John Cena continuará con dos apariciones en RAW en noviembre, una participación en Survivor Series el 29 de noviembre y un combate final programado para el 13 de diciembre.