
Para Jordynne Grace, el cuadrilátero de WWE NXT se ha transformado en un escenario para una confrontación muy personal. La luchadora reveló recientemente que su actual rivalidad con Blake Monroe, centrada en ataques a su físico, es una experiencia “muy terapéutica” que aborda directamente su continua batalla con la inseguridad corporal.
Durante su participación en el podcast “Unlikely”, Grace describió la historia como “muy personal” y “real”, destacando que es la primera vez que expone públicamente estas inseguridades. Esta apertura frente a una gran audiencia, según sus palabras, le ha permitido procesar estos sentimientos de una manera nueva y constructiva.
Este proceso de vulnerabilidad pública tiene sus raíces en lo que comenzó como un proyecto privado. Grace explicó que su camino en el acondicionamiento físico inició para documentar su propia transformación. Sin embargo, el impacto que tuvo en los demás la impulsó a continuar y a compartir su experiencia.
Cuando comencé a ver cómo esto estaba afectando a otras personas, motivándolas y ayudándolas, quise hacer más, y fue eso lo que me mantuvo en frente.
A pesar de su notable condición física actual, la luchadora admitió que la batalla mental persiste, un aspecto clave de por qué esta narrativa es tan relevante para ella. “Quizás me miro al espejo a veces y todavía veo a esa misma persona insegura”, confesó.
Pero lo más importante es que ahora podemos ver más allá de eso. En lugar de asustarnos, nos motiva a hacer algo mejor.
Esta disposición a ser vulnerable en una plataforma tan grande como NXT parece ser exactamente lo que WWE esperaba de ella. La empresa respalda a Grace con un contrato a largo plazo, con vigencia hasta 2029, que ha sido descrito como de nivel de “main roster”. Este acuerdo no solo asegura su futuro, sino que también indica la confianza de la compañía en su capacidad para conectar con la audiencia a través de historias auténticas y personales.