
La leyenda de UFC, Quinton “Rampage” Jackson, ha roto su silencio sobre la detención de su hijo, Raja Jackson, y su mensaje ha sido claro: no piensa protegerlo de las consecuencias legales.
La postura de Rampage llega horas después de que su hijo, de 25 años, fuera puesto en libertad tras pagar una fianza de 50.000 dólares. Raja fue arrestado por un violento ataque ocurrido el mes pasado en un evento de la promotora Knokx Pro Wrestling en Los Ángeles.
Durante una transmisión en vivo, Rampage fue tajante al afirmar que su hijo «la fastidió a lo grande» y que ahora debe enfrentar las consecuencias.
El problema, según el propio Rampage, es que su hijo no sigue sus consejos. «Es lo que es, todo lo que puedo hacer es ser un padre. Él no me escucha», comentó Jackson.
«Al final, no puede decir que no hice lo que tenía que hacer como padre», concluyó, dejando claro que el comportamiento de Raja no refleja la educación que recibió.
Mientras tanto, la víctima del ataque, Stuart Smith (conocido como Syko Stu), se recupera en casa tras pasar varios días en el hospital. El asalto le provocó una fractura en el maxilar y la mandíbula rota.
La comunidad de la lucha libre se ha volcado en su apoyo, y una campaña de recaudación de fondos para cubrir sus gastos médicos ya ha superado los 150.000 dólares, con donaciones de figuras como Chris Jericho, Finn Bálor e incluso el youtuber MrBeast.
Con Raja Jackson en libertad bajo fianza, el proceso legal apenas comienza. Entre las pruebas en video, la gravedad de las lesiones de Smith y la condena pública de su propio padre, el futuro del joven de 25 años se presenta cada vez más complicado.