Richard Morgan Fliehr, conocido universalmente como Ric Flair, es una de las figuras más icónicas y trascendentes en la historia de la lucha libre profesional. Nacido en Memphis, Tennessee, el 25 de febrero de 1949, Flair fue adoptado y criado en Minnesota. Su incursión en el mundo de la lucha libre comenzó en 1972, bajo la tutela del legendario Verne Gagne. El propósito fundamental de su personaje, «The Nature Boy», era el de un atleta fanfarrón, carismático y de vida extravagante, ataviado con trajes de diseñador, joyas y túnicas opulentas. Este personaje, que exudaba exceso y una confianza inquebrantable, se convirtió en el arquetipo del villano (o «heel») que el público amaba odiar, definiendo un estándar de excelencia y espectáculo.
La carrera de Flair, que abarcó cinco décadas, está repleta de momentos y logros que cimentaron su estatus de leyenda. Su consagración llegó en la National Wrestling Alliance (NWA) y posteriormente en la World Championship Wrestling (WCW), donde se convirtió en la cara de la promoción. Oficialmente, es reconocido como 16 veces campeón mundial de peso pesado, un récord que durante mucho tiempo fue el pináculo del éxito en el deporte. Un hito que definió su carrera fue la formación del influyente grupo «The Four Horsemen» en 1985, una facción de luchadores de élite que dominó la NWA con un estilo que mezclaba la destreza técnica con tácticas despiadadas. Sus rivalidades épicas contra figuras como Dusty Rhodes, Ricky Steamboat y Sting son consideradas obras maestras de la narrativa en la lucha libre, culminando en combates que han pasado a la historia por su intensidad y calidad técnica.
El legado de Ric Flair se extiende mucho más allá de sus campeonatos; su influencia cultural es palpable hasta el día de hoy. Su famoso grito «Wooooo!» ha permeado la cultura popular, siendo adoptado por atletas y celebridades en todo el mundo. Flair es la única persona que ha sido inducida dos veces al Salón de la Fama de la WWE, primero de manera individual en 2008 y luego como miembro de The Four Horsemen en 2012. Un dato poco conocido es que su nombre de nacimiento es Fred Phillips, y fue una de las víctimas del escándalo de adopciones ilegales del Tennessee Children’s Home Society, un hecho que no descubrió hasta la edad adulta. A pesar de su retiro oficial en una emotiva lucha contra Shawn Michaels en WrestleMania XXIV, su pasión lo llevó a competir esporádicamente, demostrando la vigencia de una figura cuyo impacto en el entretenimiento deportivo es, sencillamente, inigualable.
La rivalidad entre Randy Orton y Drew McIntyre alcanzó un nuevo nivel de intensidad en SmackDown, con una pelea que requirió la intervención de personal de seguridad y que involucró a un productor.
