
La única persona a la que Ronda Rousey permitió que la venciera por sumisión durante su etapa en WWE fue Shayna Baszler. Este acuerdo culminó en el combate con reglas de MMA en SummerSlam 2023, donde Baszler la derrotó por estrangulamiento técnico. Rousey describió recientemente ese enfrentamiento como un momento del que se siente orgullosa, afirmando que «hizo un éxito enorme con todos los luchadores allá atrás. Nunca recibí tantos elogios… eso es para nosotros. Al diablo ustedes».
Esta estricta condición, que hizo de su combate con Baszler un momento tan personal, fue también el origen de un importante conflicto creativo años antes con otra de sus grandes rivales. Durante una aparición en el podcast The Lapsed Fan, Rousey confirmó que se negó a perder por sumisión ante Becky Lynch en una lucha propuesta para Survivor Series en 2018. La razón, según explicó, se basa en un código personal forjado en las artes marciales mixtas.
«Fue propuesto que yo tapeara para su armbar [de Becky Lynch] en Survivor Series, y yo dije: ‘Mi madre me deserdaría’», explicó Rousey. Detalló que nunca se ha rendido en una competición real, una postura que mantuvo a lo largo de su carrera en UFC.
Cada vez que alguien realmente me aplicó un armbar en la vida real, simplemente dejé que se dislocara… Es por eso que los ligamentos de este brazo están todos j—didos. Así que no voy a hacer eso.
La ex campeona reforzó su punto de vista al recordar su mentalidad en las jaulas de MMA. «Cada vez que alguien me estranguló en competición, simplemente me desmayé, no tapeo. Yo no tapeo, hijo de p—ta. Así es como es». Esta filosofía fue la que la llevó a establecer que su derrota por sumisión en la lucha libre profesional debía ser, por respeto y coherencia, a manos de Baszler.
La única persona que dije que permitiría que me finalizara era Shayna, y es por eso que quería salir de esa manera.
La negativa de Rousey en 2018 fue un momento clave en la creciente tensión con Becky Lynch, una rivalidad que finalmente condujo al primer evento principal femenino en la historia de WrestleMania. En la edición 35, Lynch se llevó la victoria al aplicarle un pin a Rousey en una lucha de triple amenaza que también incluyó a Charlotte Flair. La reciente admisión ha provocado un debate entre los aficionados, con algunos apoyando su consistencia para proteger su personaje y otros criticando la decisión por ir en contra de la naturaleza colaborativa de la disciplina.