El regreso de Rusev a WWE tiene un objetivo claro y personal: ser el último oponente en la carrera de John Cena. En una reciente entrevista con VoxCatch, el luchador búlgaro confirmó que su principal motivación es saldar una cuenta pendiente que se remonta a WrestleMania 31, evento donde Cena terminó con su racha invicta de un año.
Desde su reaparición en RAW tras WrestleMania 41, Rusev ha sido presentado como una fuerza dominante, lo que quedó demostrado con su victoria sobre Sheamus en Clash in Paris. Ahora, ve la futura gira de despedida de Cena en diciembre como la oportunidad perfecta para la revancha. «Él comenzó mi carrera, ahora yo puedo terminar la suya, lo que será muy apropiado», declaró Rusev, añadiendo que «el karma siempre te alcanza al final».
Más allá de su rivalidad con Cena, Rusev también expresó tener una segunda misión en su actual etapa con la empresa: servir como ejemplo para los talentos más jóvenes del vestuario, a quienes percibe como acomodados. «Veo a muchos de ellos que simplemente están complacientes», explicó. «Y yo he estado ahí, sé cómo se sienten. Así que quise ayudarlos».
Su plan es «mostrar a estos jóvenes que necesitan aprovechar la oportunidad que tienen… aparecer todos los días, trabajar duro y luchar por más». Según sus palabras, su intención es inspirar a una nueva generación a no conformarse y a buscar siempre un lugar más destacado dentro de la compañía.
A pesar de su faceta como mentor, Rusev no tiene intenciones de ofrecer una despedida amistosa a su antiguo rival. Cuando se le preguntó si planeaba lastimar y derrotar a Cena, su respuesta fue contundente y directa. «Si voy a lastimarlo? Sí, señor. Si voy a vencerlo? Sí, señor».
