The Bloodline se reúne tras el sorpresivo regreso de Roman Reigns en WWE RAW
Roman Reigns regresó en RAW para ayudar a The Usos a vencer a The Vision, reuniendo a The Bloodline a pesar de la visible tensión de Jimmy Uso.
The Bloodline es una facción de lucha libre profesional en la WWE, cuya narrativa se centra en la dominación y el linaje de la prestigiosa familia Anoa’i. Oficialmente formado en julio de 2021, el grupo fue concebido en torno a la figura de Roman Reigns, quien adoptó el rol de «El Jefe Tribal» y «La Cabeza de la Mesa», consolidando su autoridad sobre sus primos, Jey y Jimmy Uso. El propósito fundamental de la agrupación fue establecer un control absoluto sobre la empresa, validado por la herencia samoana y el poderío familiar, con Paul Heyman actuando como el consejero especial del grupo, añadiendo una capa de estrategia y legitimidad a sus acciones.
El desarrollo de The Bloodline estuvo marcado por una era de dominio sin precedentes. Su hito más significativo fue la unificación de los campeonatos máximos de la empresa por parte de Roman Reigns, quien ostentó el Campeonato Universal de la WWE por un histórico reinado de 1,316 días. Simultáneamente, The Usos lograron el reinado como Campeones Indiscutidos en Parejas de la WWE más largo de la historia. La evolución del grupo fue impulsada por una compleja narrativa que incluyó la aclamada incorporación de Sami Zayn como «Uso Honorario», cuya eventual traición en Royal Rumble (2023) desencadenó una guerra civil dentro de la facción, llevando a la desintegración de la formación original y a una aclamada rivalidad entre sus miembros.
El legado de The Bloodline reside en su impacto como una de las historias más aclamadas y complejas de la era moderna de la lucha libre, revitalizando las carreras de todos sus integrantes y dominando la programación principal de la WWE por más de tres años. Culturalmente, la facción redefinió el concepto de las agrupaciones familiares en el entretenimiento deportivo, generando momentos icónicos y récords de audiencia. Un dato notable es que, aunque centrado en la familia Anoa’i, el miembro que catalizó su momento de mayor tensión dramática, Sami Zayn, no tenía ningún lazo de sangre con la dinastía, demostrando la fuerza del guion para integrar elementos externos y potenciar la narrativa central. Su influencia perdura, siendo un punto de referencia para futuras historias a largo plazo en la industria.
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