
A pesar de haber resuelto públicamente su reciente desacuerdo con Nikki Bella, Wade Barrett ha sido apartado de la mesa de comentaristas de WWE por tiempo indeterminado. La decisión se produce poco después de que el propio Barrett confirmara en la red social X que «las cosas fueron esclarecidas» con Bella y condenara los ataques que ella recibía en línea, calificándolos de «reprensibles».
Esta sorpresiva salida, que ocurre justo después de la aparente reconciliación, se materializó durante la transmisión de SmackDown del pasado 5 de septiembre. Allí, Michael Cole anunció que él y Corey Graves conformarán la nueva dupla de comentaristas para el programa durante los próximos meses. Con este movimiento, Barrett queda fuera no solo del show azul, sino de toda la programación principal de la empresa.
Según informes de PWInsider Elite, el plan actual es que la pareja de Cole y Graves también se encargue de la narración de RAW, lo que confirma que Barrett ha sido retirado de los viajes y eventos de la compañía. Hasta el momento, no se ha comunicado públicamente el motivo oficial detrás de esta repentina reestructuración en el equipo de transmisión.
El contexto de esta decisión está marcado por la controversia que comenzó con unos comentarios de Barrett durante el pre-show de Clash in Paris. Posteriormente, Nikki Bella mencionó en un podcast que el comentarista pareció evitarla en los vestuarios, lo que generó una fuerte reacción en redes sociales.
Aunque Barrett intentó cerrar el tema con su publicación, donde declaró que fue «graciosamente autorizado a volver para la Bella Army» y pidió que cesaran los ataques contra Nikki, su futuro en la empresa ha tomado un rumbo diferente e inesperado.