Ante la noticia de una inminente cirugía de cuello, Will Ospreay ha encontrado apoyo en figuras que conocen de cerca este tipo de lesiones. Luchadores como Adam Copeland y Bryan Danielson, quienes superaron procedimientos similares para continuar sus carreras, se han puesto en contacto con Ospreay para ofrecerle consejos y soporte. Esta red de ayuda surge mientras el luchador se prepara para una ausencia indefinida de AEW para corregir dos hernias de disco que presionan su médula espinal.
La gravedad de la situación, que explica la preocupación de sus compañeros, fue confirmada por el propio Ospreay antes de su pausa.
Estoy comprometido, tengo algunas hernias de disco presionando mi médula espinal, lo que está afectando algunos de mis nervios.
Los discos afectados se encuentran en las vértebras C2 y C6, una condición seria que requiere intervención quirúrgica en las próximas semanas.
Para justificar esta ausencia en la narrativa de AEW, la empresa utilizó un ataque posterior a su última lucha. Tras competir el pasado 24 de agosto en AEW x NJPW: Forbidden Door, Jon Moxley y Claudio Castagnoli, de los Death Riders, atacaron a Ospreay con una silla directamente en el cuello. Este segmento sirve ahora como la explicación oficial en pantalla para el tiempo que necesitará para recuperarse.
A pesar de que el ataque televisado fue reciente, la lesión real fue diagnosticada semanas antes. Una resonancia magnética reveló el daño después de un asalto previo de los mismos Death Riders en el evento All In: Texas, celebrado en julio. Aún con el diagnóstico, Ospreay decidió competir una última vez en Forbidden Door, declarando:
Pero yo consigo luchar y puedo presentarme una última vez antes de necesitar arreglar todo.
Su combate de despedida temporal fue un combate Lights Out Steel Cage de diez hombres, en la que su equipo salió victorioso. Por ahora, no se ha establecido un cronograma para su regreso a la acción.
