Para Rhea Ripley, el año 2025 ha sido una constante de oportunidades perdidas y victorias arrebatadas en el último segundo. Su frustración alcanzó puntos máximos en los eventos de mitad de año; primero en WWE Evolution, en julio, cuando estaba a punto de finalizar a IYO SKY, solo para que Naomi hiciera efectivo su maletín de Money in the Bank y le robara el título. La historia se repitió de forma casi idéntica en WWE SummerSlam a principios de agosto, donde, tras aplicar un «Avalanche Riptide» sobre SKY, Naomi nuevamente aprovechó la situación para revertir el pinfall y retener el campeonato.
Esta serie de reveses, que se suman a una derrota en WrestleMania 41 y a un breve reinado de 56 días a principios de año, ahora podría culminar en una redención planeada por la propia WWE. Según informes recientes, la empresa tiene la intención de que Ripley conquiste el ahora vacante Campeonato Mundial Femenino en el evento Crown Jewel, que se celebrará el próximo 11 de octubre en la RAC Arena de Perth, Australia, su país de origen.
Sin embargo, el camino hacia esa posible coronación en casa no es directo. La situación actual del título, vacante desde el 18 de agosto, se resolverá primero en el evento Wrestlepalooza. Allí, IYO SKY y Stephanie Vaquer se enfrentarán para definir a la nueva campeona. Los planes sugieren que la ganadora de ese combate tendría un reinado de transición, con el objetivo final de que el campeonato llegue a manos de Ripley en Australia.
Toda esta reorganización en la división femenina se originó en el episodio de RAW del 18 de agosto. Aquella noche, la entonces campeona Naomi, la misma luchadora que frustró a Ripley en dos ocasiones, anunció su embarazo y renunció al título, dejándolo en el centro del ring junto a su esposo, Jimmy Uso.
Para que este plan de redención se materialice, Ripley deberá superar un obstáculo clave en su historial reciente: su racha de derrotas frente a IYO SKY. Fue precisamente SKY quien terminó el primer reinado de Ripley este año, en el RAW del 3 de marzo, marcando un precedente que la australiana necesitará romper para finalmente celebrar ante su gente.