
Una frase de Cody Rhodes en el último WWE RAW podría haber revelado el resultado de su combate contra Seth Rollins en Crown Jewel. La clave está en la mención a su historial invicto de 3-0 en luchas individuales, un detalle que muchos interpretan como la preparación para la primera victoria del «Visionary».
La cuestión es que, según esta teoría, la provocación de Rhodes no fue casual. En lugar de ser solo una forma de meterse bajo la piel de Rollins, se trataría de una pieza de guion diseñada para construir el momento perfecto: que Rollins finalmente rompa esa racha y consiga su primera victoria sobre el «American Nightmare».
Todo ocurrió durante un tenso careo. Rollins, que estaba acompañado por Bron Breakker, Bronson Reed y Paul Heyman, intentó desestabilizar a Rhodes cuestionando la autenticidad de un reloj que este le había regalado. Como respuesta, Rhodes señaló el anillo personalizado que ganó el año pasado en Crown Jewel, en una lucha de campeón contra campeón frente a Gunther.
El intercambio de palabras subió de tono cuando Rollins se declaró «el alfa» de la compañía y rechazó la idea de que Rhodes liderara WWE en el futuro.
Fue entonces cuando Cody, mirando a los acompañantes de su rival, puso en duda si el combate entre ambos sería realmente un mano a mano. Justo antes de irse, lanzó la pregunta que desató toda la especulación, recordándole a Rollins cuántas de sus tres luchas anteriores había ganado.
Aunque Rhodes pareció ganar la guerra de palabras en ese momento, dejando a un Rollins visiblemente molesto en el ring, la sensación general es que este recordatorio de su dominio es precisamente el detonante narrativo que WWE usará para darle a Rollins su esperada revancha en el evento del 11 de octubre.